Informe sobre las personas universitarias con discapacidad
Con el objetivo de recoger las inquietudes y preocupaciones de las personas con discapacidad en etapa universitaria, la Fundación Adecco ha elaborado una encuesta a 500 estudiantes entre 18 y 30 años de 31 Universidades del Estado Español para redactar un informe. La intención de la organización es realizar este estudio con periodicidad anual y hacer un seguimiento de la situación de la población universitaria con discapacidad en España.
Actualmente, estudian unas 15.922 personas con discapacidad en 74 Universidades españolas, el 40,3% de las cuales lo hace en la Universidad a Distancia (UNED), según recoge el presente estudio de los datos de la Guía de Atención a la discapacidad 2011 de la Fundación Universia.
En lo que se refiere al perfil de la persona universitaria con discapacidad, es el de una mujer de 25 años, con discapacidad física (grado 33%-50%), que estudia una carrera de Ciencias Sociales en la misma ciudad donde nació.
El entorno universitario parece presentarse cada vez más apto para las personas con discapacidad -entre otras cosas, un 75,4% de los encuestados declara que su centro dispone de un Servicio Especial de Atención a la Discapacidad- y también un espacio mayoritariamente libre de barreras mentales o psicológicas.
La gran mayoría de los estudiantes se siente uno más en la comunidad universitaria, tanto en la relación con sus compañeros, como en la relación con sus profesores, y un 69,6% confía en trabajar en un empleo relacionado con estudios.
Sin embargo, la accesibilidad arquitectónica sigue siendo un problema: la mayoría de las facultades (73%) no tienen las aulas adaptadas para personas con movilidad reducida; las instalaciones deportivas y la biblioteca no suelen estar adaptadas para personas con discapacidades físicas y/o sensoriales.
Además, un 65% de las personas encuestadas cree que su discapacidad le perjudicará a la hora de buscar trabajo, aunque la juventud parece ser un freno aún mayor para los encuestados: un 80,3% opina que ser joven también supondrá una barrera para acceder al mercado laboral, en un momento en el que el paro juvenil alcanzó un 48,5% (a finales de 2011). Casi la mitad de los encuestados prevé tardar más de un año en encontrar su primer empleo.
Finalmente, a pesar de que la mayoría de los encuestados se siente integrada dentro de las aulas, muchos opinan que aún han de darse importantes pasos para que la integración social y laboral de las personas con discapacidad sea una realidad. Un 78,5% reclama más presencia y protagonismo en la agenda política. Los universitarios encuestados proponen al Gobierno medidas concretas; la más repetida ha sido agilizar los trámites para la recepción de ayudas (un 60,5%). Además, gran parte de los encuestados (58,7%) ha hecho alusión a la necesidad de formar y sensibilizar a las empresas en materia de discapacidad; y un 56,2% solicita la revisión de la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI) y la creación de mecanismos innovadores para garantizar su cumplimiento.
Otras propuestas y el informe completo puede consultarse en el informe (el enlace del cual podéis consultar en esta página).