La Taula d’Entitats del Tercer Sector reivindica Internet como derecho fundamental para garantizar que todo el mundo tenga acceso y frenar la brecha digital y social, que también afecta el colectivo de personas con discapacidad
Lo hace a través de el informe que ha elaborado mediante lo M4social – proyecto propio de innovación digital en el ámbito social– donde plantea propuestas y acciones para que las administraciones y las entitas sociales hagan efectivo este derecho.
La Taula d’entitats del Tercer Sector, , de la cual ECOM formamos parte, presentó ayer lo informe ‘Internet, derecho fundamental: propuestas para reducir la brecha digital y social’, que ha impulsado a través del m4social - proyecto propio de innovación digital en el ámbito social- y que ha sido elaborado por el Observatorio DESC y femProcomuns. Un informe que analiza el marco legal existente y posibles iniciativas en torno a la reclamación del acceso a Internet como derecho fundamental, y que tiene por objetivo promover un debate amplio y profundo sobre el derecho a Internet para evitar que las personas en situación vulnerable queden todavía más al margen de la sociedad.
El documento plantea varias recomendaciones para que las administraciones, la misma Taula del Tercer Sector y el conjunto de las entidades sociales actúen para que el derecho a internet sea efectivo. También propone acciones que fortalezcan el marco legal necesario porque el acceso a Internet sea reconocido como derecho fundamental y además repasa como se garantiza este derecho en otros países que son una referencia internacional.
Según otro estudio de La Mesa, también llevado a cabo a través de m4Social, ‘La brecha digital en las personas atendidas por las entidades sociales’ (hecho público el junio de 2020), casi un 20% de las personas adultas atendidas por las entidades sociales no puede acceder en Internet siempre que quieren. El precio de la conexión es una barrera clara (cerca de un 40%), pero hay otras causas como la falta de competencias y habilidades de uso de las mismas personas (cerca de un 20%) y tener que desplazarse fuera de casa para poder acceder (13%), según el estudio m4Social ‘La brecha digital en las personas atendidas por las entidades sociales’ (Junio, 2020).
Brecha digital y personas con discapacidad
Aquest mateix estudi d’m4Social va concloure que en el col·lectiu de persones amb discapacitat la bretxa digital no és tant en l’accés (més del 90% de les persones enquestades amb una discapacitat física té accés a un telèfon mòbil amb internet i un 80% té accés a un ordinador) ni en l’accés a internet (90% pot accedir-hi) sinó en la usabilitat i accessibilitat (més del 15% assegura que els dispositius TIC que utilitza habitualment no s’adapten a les seves necessitats i gairebé el 40% assegura que hi ha funcionalitats de l’ordinador o smartphone a les quals no pot accedir perquè el dispositiu no s’adapta).
Este mismo estudio de m4Social concluyó que en el colectivo de personas con discapacidad la brecha digital no es tanto en el acceso (más del 90% de las personas encuestadas con una discapacidad física tiene acceso a un teléfono móvil con internet y un 80% tiene acceso a un ordenador) ni en el acceso a internet (90% puede acceder) sino en la usabilidad y accesibilidad (más del 15% asegura que los dispositivos TIC que utiliza habitualmente no se adaptan a sus necesidades y casi el 40% asegura que hay funcionalidades del ordenador o smartphone a las cuales no puede acceder porque el dispositivo no se adapta).
La brecha digital tiene un especial impacto sobre las personas con discapacidad teniendo en cuenta que esta tecnología podría incrementar su autonomía y porque también se traduce en menos oportunidades de uso y aprovechamiento de las TIC. En este sentido el estudio concluye que no hay inclusión digital cuando todo el mundo puede acceder o utilizar las TIC, sino cuando todo el mundo tiene las mismas oportunidades para sacar provecho de las TIC.