España necesitará 261.000 cuidadoras más hasta el 2030, según establece un estudio de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales
El estudio constata la necesidad de una transformación estructural del sector de los cuidados basada en más inversión, mejores condiciones laborales y un modelo de atención más comunitario y menos dependiente de los cuidados informales.
La Secretaría de Estado de Derechos Sociales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ha publicado recientemente el estudio “Estimación de necesidades de trabajadoras de cuidados de larga duración a 2030”, donde analiza la evolución de la demanda de trabajadoras en el sector de cuidados de larga duración en España y proyecta diferentes escenarios de necesidades hasta 2030.
El estudio enfatiza que el envejecimiento de la población es un desafío que no puede ser ignorado, y que es necesario actuar de manera urgente para profesionalizar, dignificar y financiar el sector de los cuidados. Y constata que este es un sector clave para el bienestar social y requiere una transformación estructural basada en más inversión, mejores condiciones laborales y un modelo de atención más comunitario y menos dependiente del cuidado informal.
A continuación presentamos los principales planteamientos y conclusiones que establece este estudio.
Contexto y diagnóstico
- En España hay más de 1,6 millones de personas con dependencia reconocida y se espera que esta cifra crezca debido al envejecimiento de la población.
- Actualmente, el sector de cuidados está sostenido principalmente por mujeres en condiciones laborales precarias y con salarios bajos.
- La inversión pública en cuidados de larga duración es baja en comparación con la media de la OCDE, con un déficit de más de 11.000 millones de euros anuales.
Escenarios proyectados para 2030
El estudio plantea cuatro escenarios diferentes que exploran posibles evoluciones del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) en función de dos variables clave: cobertura (número de personas atendidas) y modelo de atención (mayor o menor peso de los servicios profesionales y comunitarios frente al cuidado familiar).
Cada escenario tiene implicaciones distintas en términos de inversión, personal requerido y modelo de cuidados.
- Escenario continuista (tendencia actual)
- Se necesitarán 751.300 trabajadoras (+53%).
- Se atendería a 2.055.172 personas.
- Escenario de cobertura universal (se atiende a todas las personas que lo necesiten)
- Se requerirán 904.500 trabajadoras (+85%).
- Se atendería a 2.473.554 personas.
- Escenario continuista comunitario (más servicios profesionales y comunitarios)
- Se necesitarán 868.900 trabajadoras (+77%).
- Escenario universal comunitario (cobertura total con más servicios comunitarios)
- Se necesitarán 1.129.200 trabajadoras (+131%).
Retos y acciones propuestas
El estudio identifica tres grandes retos en el sistema de cuidados de larga duración en España y propone una serie de acciones para garantizar su sostenibilidad, mejorar la calidad de la atención y dignificar las condiciones laborales de las trabajadoras del sector.
Retos principales
El estudio identifica tres grandes retos en el sistema de cuidados de larga duración en España y propone una serie de acciones para garantizar su sostenibilidad, mejorar la calidad de la atención y dignificar las condiciones laborales de las trabajadoras del sector.
1. Escasez de trabajadoras y déficit de personal cualificado
- Actualmente hay 489.900 trabajadoras en el sector de cuidados de larga duración. En 2030, según el escenario más optimista, se necesitarán más de 1,1 millones, lo que supone un aumento del 131%.
- Existen dificultades para encontrar profesionales cualificadas, lo que ya está afectando a la cobertura del SAAD en comunidades autónomas y proveedores de servicios.
- El cuidado sigue sin estar socialmente valorizado, lo que hace que el sector sea poco atractivo para nuevas trabajadoras.
2. Precariedad laboral y falta de reconocimiento profesional
- El 80% de las trabajadoras del sector son mujeres, muchas de ellas en situación de vulnerabilidad.
- Salarios bajos: el sector de atención domiciliaria percibe un 35% menos por hora trabajada en comparación con la media del mercado laboral.
- Contratos precarios: el 36,8% de las trabajadoras tiene contratos a tiempo parcial y el 10,2% contratos eventuales.
- Altas exigencias físicas y emocionales, con 47% de trabajadoras expuestas a riesgos para su salud y 2,5 veces más posibilidades de trabajar en horarios nocturnos o en domingo.
3. Falta de inversión pública y sostenibilidad del sistema
- España invierte 0,85% del PIB en cuidados de larga duración, mientras que la media de la OCDE es del 1,55%.
- Se necesitarían 11.152 millones de euros más al año solo para alcanzar la media de inversión en la OCDE.
- La demanda de cuidados de larga duración aumentará drásticamente: en 2050 habrá casi 6 millones de personas mayores de 80 años en España, el doble que en la actualidad.
- Es necesario reducir la dependencia del cuidado familiar no remunerado y avanzar hacia un modelo de atención más profesionalizado y comunitario.
Acciones propuestas
Para afrontar estos desafíos, el estudio propone una serie de medidas divididas en tres áreas clave: mejora del empleo, mayor inversión pública y reforma del modelo de cuidados.
1. Mejora de las condiciones laborales y reconocimiento profesional
Aumento de salarios y reducción de la precariedad laboral
- Equiparar los sueldos del sector al salario medio nacional.
- Garantizar contratos estables y a jornada completa.
- Mejorar la protección social, incluyendo pensiones dignas para las trabajadoras de cuidados.
Formación y profesionalización del sector
- Creación de nuevos itinerarios de formación profesional y certificaciones especializadas en cuidados de larga duración.
- Adaptación de los programas formativos a las necesidades emergentes, como el envejecimiento activo y la atención personalizada.
Mejorar las condiciones de trabajo
- Reducir la carga física y emocional del trabajo mediante la introducción de nuevas tecnologías y apoyos ergonómicos.
- Garantizar descansos adecuados y evitar jornadas excesivas.
2. Mayor inversión pública y sostenibilidad del SAAD
Incremento de la financiación estatal
- Aumento progresivo de la inversión en el SAAD para reducir la brecha de 11.152 millones de euros con la OCDE.
- Creación de fondos específicos para la contratación de nuevas trabajadoras y para la modernización de infraestructuras.
Revisión del sistema de financiación
- Implementar nuevas fórmulas de financiación mixta que combinen inversión pública y privada.
- Descentralización de recursos, garantizando que las comunidades autónomas cuenten con fondos suficientes para ampliar la cobertura.
Incentivos para atraer a nuevas trabajadoras
- Subvenciones y beneficios fiscales para atraer a profesionales al sector.
- Políticas de conciliación para trabajadoras de cuidados (por ejemplo, permisos retribuidos y flexibilidad horaria).
3. Reforma del modelo de cuidados: más servicios comunitarios y menor dependencia del cuidado familiar
Promoción de un modelo de cuidados basado en la comunidad
- Avanzar hacia un sistema donde las personas puedan recibir cuidados en su hogar o en entornos familiares, reduciendo la dependencia de residencias.
- Reforzar los servicios de atención domiciliaria y centros de día como alternativa a la institucionalización.
Reducción del peso del cuidado familiar no remunerado
- Rediseñar la Prestación Económica para Cuidado Familiar (PECF) para reducir su uso y fomentar alternativas profesionalizadas.
- Fomentar la contratación de personal profesional en lugar de sobrecargar a los familiares.
Creación de nuevos servicios comunitarios
- Desarrollo de modelos alternativos de vivienda con apoyos, como el cohousing para personas mayores.
- Fortalecimiento de redes de apoyo vecinal y comunitario para evitar el aislamiento de las personas en situación de dependencia.
Uso de tecnología para mejorar la calidad del cuidado
- Implementación de soluciones digitales y domóticas para facilitar el trabajo de las profesionales y mejorar la autonomía de las personas dependientes.
Acciones institucionales en marcha
Para empezar a abordar estos retos, el estudio destaca dos iniciativas clave, que están empezando a ser impulsadas por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Por un lado, la creación de un grupo de trabajo con las comunidades autónomas para analizar el déficit de trabajadoras y proponer soluciones laborales; y, por el otro, formación de una comisión interministerial para diseñar y ejecutar el cambio de modelo de cuidados y garantizar la sostenibilidad del sistema.
Podéis leer el estudio completo en este enlace.